Según las Naciones Unidas, se espera que la población mundial aumente a 8.500 millones para 2030, 9.700 millones para 2050 y más de 11.000 millones para finales de siglo. Actualmente, alrededor del 11% de la tierra del mundo consiste en tierra cultivable. Teniendo en cuenta el aumento de la población y la tierra cultivable fija; ¿Cómo podemos garantizar que se satisfagan las necesidades de la creciente población sin llevar al mundo al borde de un desastre ecológico?
Como con la mayoría de los problemas globales, la magnitud de las respuestas requeridas para resolver este problema es abrumadora. La respuesta de la humanidad a este desafío es posible con una estrategia de múltiples soluciones. Es necesario aprovechar todas las oportunidades para optimizar la producción de alimentos.
Las técnicas innovadoras, como el cultivo vertical en interiores, la hidroponía y la acuaponía , los bosques de alimentos de entrada cero y la agricultura de agua de mar abren nuevas y emocionantes posibilidades. Una de las formas de alimentar a la creciente población con las tierras cultivables fijas en el mundo es producir en el desierto. Si bien este enfoque puede parecer contradictorio, algunas de las tierras más áridas del mundo pueden tener la clave para un futuro más verde y rico en alimentos.
Recuperación de suelos inanimados para el cultivo de alimentos y cobertura verde; Además de aumentar la tierra cultivable y así cubrir las necesidades de la creciente población, se piensa que la obtención de más áreas verdes también ayudará en la lucha contra el cambio climático.
La mayor parte de la tierra desértica que existe en el mundo hoy en día fue alguna vez tierra cultivable. Por ejemplo, las áreas desérticas de Irak alguna vez fueron la " media luna verde ", hogar de algunas de las civilizaciones más antiguas del mundo.
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Intervenciones precisas y científicas pueden restaurar esos suelos desiertos a su antigua fertilidad. Hoy en día, se aplican varias iniciativas y técnicas con varios aspectos positivos y fortalezas para revertir la desertificación en el mundo.
En " Greening the Deserts Project " en Jordania; utiliza permacultura , una técnica de bajo consumo que imita los patrones restaurativos de la naturaleza. Si bien la transición a un suelo fértil es lenta con esta técnica, parece ser estable y económicamente factible incluso para las comunidades más pobres.
Israel es el hogar de muchas nuevas tecnologías revolucionarias que revigorizan las tierras desérticas. Estos incluyen el desarrollo de variedades de frutas y hortalizas resistentes a la sequía; Esto abarca desde tecnologías que atrapan la humedad hasta producir agua para las plantas.
Sunrop Farms en el desierto del sur de Australia utiliza la electricidad que genera mediante el uso de paneles de sonar solar y el agua dulce que produce mediante la desalinización del agua de mar para cultivar tomates sin pesticidas en un ambiente de invernadero; Con este proyecto se pueden cultivar 17.000 toneladas de tomates al año.
En el desierto mexicano, la primera planta de biogás del mundo alimentada por cactus produce combustible renovable utilizando higos chumbos.
La empresa Dake Rechsand, con sede en Dubái, aplica una técnica que puede mantener el agua alrededor de las raíces de las plantas en el suelo inanimado del desierto durante más tiempo y también permite la libre circulación del aire en su producción en el entorno del desierto. Con esta técnica se cultivó arroz orgánico en un área de 1.500 hectáreas en el desierto de Ulam Buh , una de las siete regiones más secas del mundo, a temperaturas de hasta 57 grados centígrados.